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dimecres, 27 de febrer del 2013

El procés de part i l’espera de la maternitat des d’una visió òptima

Per Olga Vercher Monzó





El part és una experiència única de la qual només podem ser partícipes les dones. És un esdeveniment únic i per el qual haurem de passar la majoria de nosaltres. Però molt a sovint esta experiència crea en les dones una situació d’ansietat al pensar en el moment del part. Esta por que la majoria de les dones tenen apareix sobretot per les coses que han sentit d’altres persones, d’amigues que ja han passat pel part, per les seues pròpies mares inclús per les escenes de pel·lícules on apareix el part d’una forma exagerada i sofrint un gran dolor. 

És per això que crec que a les mares primerenques se’ls ha de donar més informació des del principi, ja que si aquestes mantenen la por durant tot l’embaràs apareixerà un factor de risc per als nadons com és l’estrès. L’estrès a part de ser perjudicial per a la mare també ho és per al nadó. Per tant, informem a les mares i donem-los més opcions per a que elles decideixen el que volen. Les coses que més espanten a les mares és el dolor que poden arribar a experimentar, que les coses no isquen bé, etc. Per tant, és la nostra feina promoure pautes per a que totes les embarassades tinguen accés a informació sobre hospitals, sobre el procés del part, sobre possibles complicacions que poden aparèixer, parlar sobre els mites que hi ha sobre el part, etc.

Aleshores, en primer lloc, per a una mare primerenca li seria de molta ajuda per a superar eixa incertesa de no saber el que va a passar, anar coneguent tot el que està relacionat amb el part. Fer un procés de cerca, de quins son els millors hospitals, en quins donen més bons serveis, on és més fàcil donar a llum amb el menor dolor possible, on s’usen menys injeccions i processos químics. Tot açò està relacionat amb el personal que ha d’atendre a les mares, conèixer-los i saber els protocols d’actuacions que usen és una bona estratègia per anar familiaritzant-se amb l’esdeveniment que tindrà lloc en uns mesos. Tindre la sensació de que una mateixa elegeix el que vol, com vol que nasca el seu fill fa que la dona guanye seguretat i reste incertesa a eixe moment, per tant, en el moment que la mare tinga que enfrontar-se al part ho faça molt més relaxada i sabent quines pautes es van a seguir. A més a més, tindre el suport d’una comare també és un element crucial a l’hora del part, ja que la mare està acompanyada d’una persona experimentada i així pot afrontar molt millor la situació. Finalment la mare també pot acudir a classes de preparació al part per anar adquirint majors capacitats i experiència.

A banda de totes les coses que hem enumerat per a reduir el llindar de por al part de les mares, un pilar fonamental en aquest moment és la parella. És essencial que el pare s’implique tot el possible en l’embaràs, que acompanye a la seua parella a les classes de preparació al part, que l’acompanye al ginecòleg i que estiga amb ella en el moment del part ajudant-la i donant-li tot el seu recolzament. En definitiva, que ambdós compartisquen tot el que estiga relacionat amb el part, compartint idees, informació, experiències, tècniques de relaxació i respiració per a fer-ho molt més fàcil i que siga un esdeveniment bonic amb el qual puguen gaudir els dos del naixement del seu fill.

Video sobre un part natural, tranquil i sense por. Disponible a: http://www.youtube.com/watch?v=SszW59iEGG4
Pàgina web, amb información sobre embaràs, part i postpart:


El preu de la perfecció

per Judith Baixauli Pérez

Nuestra sociedad cada vez es más competitiva. Esto lo vemos con facilidad en el ámbito escolar pues aquel que siempre saca sobresalientes será el primero de la clase y seguramente también el delegado. El que siempre sepa la respuestas a las preguntas del profesor será envidiado por el resto por su inteligencia y quien siempre presente los deberes con buena letra, sin cometer errores y en un formato limpio y ordenado será alabado por los profesores. Así pues, ¿qué padre no quiere que su hijo sea perfecto?
Sin embargo, hemos de preguntarnos hasta qué punto exigir la perfección es algo positivo y realista.
Kottman (2000) y Blatt (1995) afirmaron que el perfeccionismo puede vincularse tanto a la disfunción psicológica como al funcionamiento adaptativo y normal, ya que la fijación de metas elevadas, el tesón para alcanzarlas, el interés productivo, el deseo de crecimiento y superación y la necesidad de orden y organización promueven la expansión de conocimientos y esfuerzo. Por esto mismo, los perfeccionistas “sanos” serán aquellos que intenten explotar todo su potencial, pero en el caso de fracasar en sus objetivos utilizarán su derrota como motivación para continuar además, reconocerán sus limitaciones. Sin embargo, los perfeccionistas “insanos” (o neuróticos) mostrarán ante los fracasos reacciones exageradas, intensa tristeza, frustración, culpa, vergüenza y enojo. Como cabe esperar, es este último tipo de perfeccionismo el que puede llegar a incrementar la vulnerabilidad psicológica infantil entendiéndola como una insuficiencia o escasez de recursos que posee el menor para enfrentar satisfactoriamente las demandas del medio que han sido valoradas como importantes o necesarias de cumplir para su bienestar personal. Todo esto provoca que los niños vean reducidos sus recursos protectores y aumentados los factores de riesgo, desarrollen estrategias inefectivas para el manejo del estrés y finalmente, que muestren una marcada tendencia hacia la enfermedad y la disfunción (Lazarus y Folkman, 1986). Esta última actúa como un factor de riesgo para la salud física, mental y emocional y se puede manifestar de diversas maneras, como por ejemplo: trastornos de alimentación, ideación suicida, depresión, ansiedad, fobia social, estrés, paranoia, psicoticismo, desórdenes psicosomáticos y trastorno obsesivo compulsivo (Hewitt y Flett, 1991).
El perfeccionismo también puede estar relacionado con el Trastorno de Ansiedad Generalizada el cual se caracteriza por el hecho de que los individuos se preocupan en exceso por ejemplo, por su rendimiento académico y son descritos como niños inseguros de sí mismos e inclinados a repetir sus trabajos al no sentirse a gusto fácilmente con los resultados obtenidos. Este trastorno también se relaciona con la presencia de cefalea y dolor abdominal recurrente sin el hallazgo de una causa orgánica que explique el cuadro.

Una vez explicado todo esto parece obvio suponer que un diagnóstico precoz nos va a ayudar muchísimo sin embargo, hoy en día además de la necesidad de usar cuestionarios de personalidad para obtener información acerca del funcionamiento del niño como por ejemplo el cuestionario argentino de personalidad infantil basado en el modelo de los Big Five (Lemos, 2004) hay que usar escalas específicas como la diseñada en EEUU por Rice y Preusser (2002) destinada a niños de entre nueve y once años de edad que evalúa el perfeccionismo sano y el neurótico o la creada en Argentina (Oros, 2003) para diagnosticar el perfeccionismo insano en niños de entre ocho y doce años.

En conclusión, la perfección es buena si en este caso al menor disfruta del recorrido hasta conseguir la meta deseada y sobre todo, si compite consigo mismo para superarse día a día. Hay que darle la oportunidad de jugar y sobre todo de ser lo que es, un niño. Sin olvidar que tanto la familia como la escuela debe ayudarle a confiar tanto en sí mismo como en los demás, enseñarle a delegar en los demás, evitar los estilos de pensamiento rígido y favorecer un locus de control interno frente al éxito y no frente al fracaso.

Links de interés:
Referencia:
Oros, L. (2005). Implicaciones para el perfeccionismo infantil sobre el bienestar psicológico: Orientaciones para el diagnóstico y la práctica clínica. Anales de Psicología 2 (21), 294-303.

dimecres, 20 de febrer del 2013

Síndrome de Alienación Parental (SAP) como factor de riesgo para el desarrollo óptimo en la infancia

por Mª del Rosario Guerola

Considero que es un tema importante hoy en día, debido a que muchísimas familias se están separando y muchos de esos niños que han tenido en común los dos progenitores, el SAP actúa como un FACTOR DE RIESGO EN EL DESARROLLO ÓPTIMO en los niños. Y nosotros como psicólogos tenemos que saber cómo intervenir en estas situaciones.



El SAP es un trastorno que se caracteriza por un conjunto de síntomas resultados del proceso por el que un progenitor cambia la conciencia de sus hijos/as, a través de diferentes estrategias, con el objetivo de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor. (Aguilar, 2006).

Los estudios realizados en las últimas décadas, acerca de las consecuencias que el divorcio tiene sobre los hijos, demostraron que estos no presentaban más problemas que los hijos de parejas unidas. Los problemas más frecuentes resultaban ser la presencia de conductas antisociales, agresividad y dificultad de ajuste escolar.

Otros estudios se han preocupado por analizar el modo de afrontamiento del conflicto de pareja. De este modo se ha venido a afirmar que existe una relación entre la capacidad de entendimientos de los progenitores, y el menor riesgo de que los hijos presenten los problemas arriba citados, por el contrario, un modo de afrontamiento de la ruptura familiar conflictivo tiende a romper su equilibrio psicológico, fomentando su presencia.

La angustia y ansiedad que los menores sufren en todos los procesos de separación y divorcio tiende a desaparecer conforme vuelven a la rutina de sus vidas. Una vez la nueva realidad familiar se establece y mantiene, son capaces de ajustarse rápidamente a los horarios de visitas y estancias en casa del progenitor no custodio, volviendo a llenar su cabeza con las preocupaciones propias de su edad.

En los casos de familias que sufren SAP, la vuelta a la normalidad arriba descrita puede tardar años, o no llegar jamás. Durante ese tiempo se inicia un continuo desgaste emocional forzado por los ataques del progenitor alineador y las acciones defensivas del progenitor alineado, al que se suman los procesos legales iniciados y los propios problemas. Las sucesivas evaluaciones a manos de diversos profesionales, las repetidas implicaciones en episodios dentro de la campaña de denigración, y los continuos mensajes de odio hacia el otro padre, llenan el tiempo y los afectos del niño.

En los menores víctimas del SAP, la rutina que elaboran estará entonces formada por la asistencia a los continuos cambios de humor y reacciones de frustración y expresiones de odio, temor y peligro causadas por sus progenitores. La intensidad emocional de esta situación genera un desgaste tan fuerte que puede llegar a provocarles, por si misma, una alineación con uno de los progenitores, con intención de darle alguna salida al malestar que sienten. Muchos niños ven la ruptura de sus progenitores como una pelea entre dos, donde el bando más poderoso gana el derecho a permanecer en el domicilio familiar. Aunque los progenitores pretendan que los niños no se introduzcan en la pelea, en distintos momentos estos se inclinan hacia una de las dos alternativas.

El problema más relevante que nos encontramos en estos niños es que su relación con uno de sus progenitores está rota. La primera perdida que podemos enumerar es que nos encontramos con un empobrecimiento en distintas áreas del sujeto. El segundo elemento es que, ante la presencia o posibilidad de cercanía del progenitor alineado, muestran reacciones de ansiedad, crisis de angustia y miedo a la separación.

Podemos concluir que el hijo está sometido a unos niveles de tensión innecesarios. Como consecuencia, se presentan alteraciones a nivel fisiológico en los patrones de alimentación y sueño, conductas regresivas y de control. En el ámbito académico puede esperarse disminución del rendimiento escolar y de la atención. Y en el ámbito social, de empobrecimiento de las habilidades sociales y de la capacidad empática, aumento de las conductas disruptivas y disminución del control de los impulsos. En el área psicológica se ven afectados el desarrollo del auto-concepto y la autoestima.

¿Cómo podemos trabajarlo?
Enfrentarse al SAP es difícil y sumamente frustrante, tanto para el progenitor alineado como para el profesional responsable. Luchar contra el SAP, es luchar contra las actitudes distorsionadas que lo han construido (Aguilar, 2006, p.143).
Entre los objetivos que nos proponemos trabajar con el menor son: establecer normas de relación, reducción de los estados emocionales negativos como ansiedad e ira, eliminar falsas creencias sobre la separación parental, la expresión de necesidades y de sentimientos, etc. Con los padres se trata de llegar a acuerdos sobre la educación y crianza del menor y optimizar sus habilidades parentales entre otros procedimientos. La creación de una actitud (lo que una persona piensa, lo que siente y el modo en que lo transforma en acciones). También actuar sobre las actitudes consolidadas, deberá dirigirse hacia la recuperación de la salud psicológica del hijo, y el restablecimiento de los vínculos con su progenitor alienado, donde deberá influir factores como: el grado de radicalidad o extremismo, el índice de satisfacción, la pluralidad, la centralidad de los valores vinculados. 

dijous, 14 de febrer del 2013

Maten les escoles la creativitat?

Us proposem un video de la conferència de Ken Robinson en la TED 2006 molt interessant.




 per Ana Marcela Pardiñas kurban


En el video de K. Robinson se realiza una reflexión crítica sobre la educación que se brinda a nuestros niños. Una educación en la que prima lo intelectual ante lo emocional, artístico y creativo. Una educación donde, supuestamente, se prepara a los niños de hoy para ser adultos triunfadores del mañana, sin contemplar la incertidumbre existente sobre las características que tendrá ese “mañana”.

Esta es una educación que va en detrimento de fomentar la creatividad, elemento distintivo del ser humano y, posiblemente, el más importante para el desarrollo tanto individual como colectivo, en tanto ser perteneciente a una comunidad a la que el individuo puede enriquecer con sus aportaciones.

Es así como se plantea la necesidad de una nueva ecología humana que favorezca el desarrollo de la mente contemplando sus características de dinamismo y diversidad y en la que el error esté permitido y se considere como una oportunidad de cambio y crecimiento. Donde la educación, tanto formal como informal, esté orientada a la consecución del desarrollo pleno de las capacidades de cada ser humano, sin limitaciones arbitrarias ni anacrónicas que respondan a intereses económicos, políticos o teóricos que no contemplen al ser humano en su totalidad.