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divendres, 22 de març del 2013

L’ensenyament personalitzat: apostant per una educació centrada en l’individu


Per Bucur, Ramona Mihaela




La vida tal y como la conocemos hoy sería imposible sin la existencia de la educación, sin la perpetuación de una serie de conocimientos que la humanidad ha ido acumulando desde su existencia. A través de la educación, todos nosotros vamos aprendiendo aquello que no nos es innato, lo que no se nos ha proporcionado por nacimiento. Todos necesitamos estar sometidos a un periodo de aprendizaje para dotarnos de ese conocimiento que nos permitirá desarrollarnos como personas e integrarnos en el ámbito cultural. 


El objetivo de la educación es de lo más noble y positivo: promover el bienestar individual y grupal. Pero el sistema educativo de hoy día  ¿realmente promueve el desarrollo personal de sus alumnos, de sus reales potencialidades, o más bien se está preocupando por crear al “trabajador ideal”? ¿Verdaderamente se preocupa de que a través de la educación lleguen a descubrir sus capacidades y a sacarles el mayor provecho, o simplemente se conforma con que unos cuantos obtengas “buenos resultados”?



Personalmente, en muchas ocasiones he dudado de hasta qué punto el modo en el que está planteada la educación se adapta a las necesidades del aprendiz y le permite descubrir y desarrollar su potencial.

Si analizamos la situación actual, nos daremos cuenta de que en cierto modo el expediente académico se ha convertido en una especie de reflejo de nuestras capacidades cognitivas. Aparentemente podemos lo que nuestros resultados académicos dicen que podemos, y a mi parecer, esa es una forma totalmente errónea de enfocar las cosas. Lo que hoy se valora es la capacidad del alumno de adaptarse a las demandas de un sistema educativo basado en un concepto de inteligencia único, premiando así solo a aquellos que por una razón u otra (genética y/o ambiente) han tenido la suerte de poseer las cualidades que en los centros educativos y en la sociedad se valoran. Pero esta forma de plantear la educación solo permite a unos cuantos aprendices explotar su potencial, mientras que a muchos otros no se les da la oportunidad de sacar a relucir sus talentos, e incluso se les estigmatiza.

Si lo que pretendemos es que cada persona tenga la posibilidad de desarrollar sus habilidades y conocer sus verdaderos límites, optar por una educación personalizada podría ser la solución. 

Querer personalizar la educación  supone tener muy claro que cada persona es diferente, que cada individuo tiene sus particularidades y sus ritmos, y que por lo tanto no hay ninguna razón por la que todos tendríamos que aprender las cosas de la misma manera. Hay tantas formas de pensar y aprender como tipos de inteligencias, y eso supone que todos podemos ser inteligentes en un área determinada, pero a muchos aprendices aún no se les ha dado la oportunidad de explotar al máximo nuestras habilidades.

Hay que proporcionarle al alumno el apoyo necesario para que pueda descubrir que es lo que “se le da mejor” y cuál es su “manera personal” de aprender. No hay porque ir imponiendo una manera determinada de acceso al conocimiento, sino más bien ofrecer la libertad de emplear los propios recursos para acercarse al aprendizaje de la manera que más cómoda le resulta a cada uno.
El planteamiento de la educación personalizada, no es tarea fácil. Aspirar a ayudar a un aprendiz a descubrir que es mejor para él implica muchísimo esfuerzo, por parte del profesor, del alumno y de sus padres, e incluso de todo el sistema educativo. Pero pensemos en todos aquellos aprendices que llegarán a descubrir lo que son capaces, que confiarán en sus propias capacidades cognitivas, pensemos en todo aquello que una persona que disfruta con lo que está haciendo puede aportar a la sociedad e incluso a la humanidad... y será entonces cuando nos daremos cuenta de que personalizar la educación es una necesidad.

Enlaces de interés:


- Experiencia del colegio San Luís Beltrán:



 

divendres, 15 de març del 2013

Existisc el dol en els xiquets?


Per Elena Gramontell Pérez

La única forma de vencer a la muerte, se da a través del duelo y es ese penoso proceso de preocupación por la persona que ha fallecido, ese duro trabajo de aflicción, esa tarea de recordar y mantener la imagen del que se ha ido, de rever su propia vida y la propia relación con él, para poder superar la existencia de su pérdida.” Cadden, 1964



Las creencias como “El sufrimiento y el duelo infantil son de corta duración” o “los infantes y los niños pequeños, no son capaces de sufrir o experimentar el duelo” son bastante generalizadas, pero numerosas investigaciones han demostrado que casi el 10% de los niños que sufren la pérdida de un familiar cercano no consigue superarlo, y que un 42% necesita de ayuda profesional para hacerlo. La pena, el dolor por la pérdida de un ser querido se siente a cualquier edad, incluida en la infancia, y este será proporcional a la intensidad de la relación que tuviera con el fallecido.

Son muchas las actitudes que puede adoptar un adulto para que se desarrolle una disfunción en el menor, entre ellas evitar mencionar la muerte del ser querido, no explicar el motivo real de la ausencia de la persona fallecida o disfrazar con metáforas el hecho  “se ha ido al cielo”. Esto puede provocar que el menor oculte sus emociones provocando una paralización del proceso del duelo.

En las situaciones de pérdida en menores debemos estar atentos a señales tales como reacciones de rabia, sentimiento de soledad y tristeza, fracaso escolar o trastornos del sueño, ya que son comunes en los menores que tienen dificultades para afrontar el duelo de ese ser querido.

Recorrer el camino del duelo es siempre difícil y doloroso para todas las personas que pierden a un ser querido. Podríamos decir que uno de los momentos más complicados, en este  recorrido, es cuando debemos comunicar la noticia a un niño, y  a menudo nos asusta tener que enfrentarnos a sus reacciones. Hablar con un niño de lo que es la muerte siempre es difícil y  plantea muchas dudas sobre cuál es la forma más adecuada de hacerlo, cuándo, dónde y quién. A veces se cae en el error de no contarles nada para protegerles o para evitarles sufrimiento. Sin  embargo, aunque el niño no tenga capacidad intelectual de entender lo que es la muerte, sí que es capaz de darse cuenta de los aspectos fundamentales de ésta, y de que algo malo ocurre en el entorno.

Por este motivo, debemos hacer el esfuerzo de informarles sobre lo que está sucediendo siempre adaptándonos a su capacidad de comprensión. De esta manera, conseguimos disminuir la ansiedad del niño porque ya sabe qué sucede y se  esforzarán los lazos al compartir con ellos estos momentos.

BIBLIOGRAFÍA:

- NOTICIA DE PRENSA: Uno de cada diez niños no supera el duelo tras la muerte de un familiar cercano y el 42 % necesita asistencia terapéutica.24/10/2012. Lainformación.com
- Kroen W. C. (1996). Cómo ayudar a los niños a afrontar la pérdida de un ser querido. Editorial: Paidos.

La necessitat d’una intervenció optimitzadora en casos de ruptura familiar


Per Clara Aparicio Rabadán


Cuando hablamos de divorcio o de proceso de separación sabemos que en la mayoría de las ocasiones se trata de luchas contrapuestas, en la que los padres creen ser los únicos actores, olvidando en la mayoría de las ocasiones que la cuerda que manejan a su antojo es un menor que necesita seguridad y protección en lugar de bailotear entre una mano y otra. Las formas óptimas de resolver una crisis se dan por hecho, pero la nueva lucha de poderes que se forma tras la disolución de la pareja en ocasiones no es nada lógica y arrastra a todo lo que hay alrededor. De este modo, algunos padres se pueden ver ahogados y podrían necesitar la ayuda de un profesional para que modere las conductas desadaptativas que empiezan a tener con respecto al hijo.

Esta entrada propone una propuesta de intervención optimizadora para los menores y los progenitores de familias desestructuradas o disfuncionales que están atravesando un proceso de separación o divorcio. Este tipo de patrón familiar sería, entre otros, el de hombres que maltratan tanto psicológica o físicamente a sus mujeres. De este modo, la  intervención se realizaría con el objetivo de controlar los elementos que se tornan más estresantes para el menor, como son el descenso en el nivel de vida y los problemas económicos posteriores a la separación, todo ello logrando que los progenitores trabajen juntos en beneficio a sus hijos.
En este sentido, el papel que puede desempeñar el psicólogo sistémico para favorecer las necesidades óptimas del desarrollo del niño es fundamental, por las necesidades apremiantes de contención y acompañamiento que pueden experimentar en este tipo de crisis. Además, este profesional puede asumir una labor fundamental en la protección de los derechos de los menores que viven este tipo de reestructuración familiar.

En las instituciones educativas es fundamental mantener una comunicación constante y abierta con los profesores, para realizar un trabajo conjunto y dar seguimiento a los menores en el aula. Además, es necesario que las familias tengan disposición a ser atendidas (debe haber voluntariedad en el tratamiento), no estar en tratamiento con otros profesionales (ya que puede ser contraproducente), mostrar sinceridad en la información y encontrarse en un proceso de separación definitivo (de otro modo no tendría sentido esta intervención enfocada tras una ruptura).

Una vez cumplidos estos requisitos la intervención optimizadora constaría de los siguientes puntos:
1. Que el profesor/a se dé cuenta de que al niño le está pasando algo, mostrando  conductas como retraimiento, agresividad, ansiedad, crisis de llanto, etc. Por tanto, el profesor/a es un buen mediador para dar paso al psicólogo.
2. De ser posible se citaría a ambos padres, aunque es muy probable que la situación sea difícil y no haya posibilidad de una cita conjunta por los problemas irreconciliables entre ellos, en ese caso se realizarían citas individuales. En los casos en que la pareja se presente en conjunto, es importante establecer que la intervención no se centrará en torno a los conflictos que han desencadenado la decisión de romper el vínculo, sino ante la necesidad de que se  comprendan cuáles son las estrategias de resolución de conflictos a seguir para no perjudicar a los menores.
3. Es fundamental  que los progenitores  que están atravesando la crisis logren expresar cómo se sienten, convocando sesiones donde puedan “desahogarse” y enfocarse en la importancia del vivir el proceso del duelo, para poder continuar con la nueva situación.
4. El psicólogo debe situar la mirada en los menores, para que los padres puedan comprender que sus actos inciden directamente en sus hijos, y que como familia todas las acciones u omisiones de sus miembros repercuten en los demás.
5. Por último, se analizarían los roles de género, para que la mujer comprenda que el maltrato nunca se consiente y que el padre pueda incorporar nuevos patrones más favorables para relaciones futuras.

Por último, comentar que la necesidad de trabajar con familias que se están reestructurando a la ruptura del vínculo de pareja es esencial, como una forma de prevenir secuelas negativas en hijos, y como una alternativa para asegurar el cumplimiento de sus derechos.

Películas interesantes para abordar el tema:
-Kramer contra Kramer: Película dirigida por Robert Benton que todos los padres tendrían que ver. Lo conmovedor de la historia es la relación de amor que tiene el padre con el hijo, la forma tan delicada de explicarle los problemas de su matrimonio sin involucrar a su madre y sin ponerle en su contra. Tras luchas interminables entre ambos padres, deciden llegar a un acuerdo: ante todo, favorecer en todas sus decisiones a su hijo.

-El campeón: Obra dirigida por King Vidor en la que un padre separado mantiene como puede a su hijo, un padre imperfecto, pero a la vez  muy querido y admirado por su pequeño hijo, el cual hace el rol de padre cuando éste vuelve a casa después de sus continuas borracheras. http://www.youtube.com/watch?v=BZy04-UWe00

Referencias:
CLAP, OPS y OMS. (2001). Ayudando a crecer: Material de Apoyo para la Promoción, Protección y Vigilancia de la Salud del Niño.
Fernández, A. y Rodríguez, B. (2002). Intervención en crisis. España: Editorial Síntesis.

dijous, 14 de març del 2013

Métode Montessori: una visió diferent de l'educació



 Per Marina Pérez Vitón

El Método Montessori es una vertiente metodológica educativa diferente a la tradicional. Su misión es que el niño pueda sacar todas sus potencialidades a través de la interacción con un ambiente preparado, rico en materiales y adaptado a su ritmo de aprendizaje. El educador, entrenado en este método, ejerce como guía y potencia retos, cambios o novedades que den lugar a explorar un sin fin de contenidos.

Es decir, la escuela que plantea el Método Montessori, no es un sitio donde se trasmiten conocimientos, si no un espacio que da lugar al desarrollo de la inteligencia, la motivación, el interés del niño y las capacidades de este, además se adapta a sus prioridades y ritmos de aprendizaje. En definitiva, con este método, el desarrollo de aprendizaje no tiene límites, los niños y niñas pueden aprender todo cuanto quieran y necesiten de manera dinámica y entretenida, teniendo en cuenta, sobretodo, su grado de motivación.


La metodología Montessori nace a finales del siglo XIX principios del XX, por la educadora italiana María Montessorri. Esta no estaba de acuerdo con las técnicas y metodologías rígidas que se utilizaban en los centros educativos europeos, por ello ideó una forma distinta de ver y valorar la educación, más allá de la escuela tradicional.
Sus ideas principales plantean al niño como un agente con capacidad para aprender, de forma espontánea sin “ayuda” de un adulto.

“uno mismo es quien construye su aprendizaje”
                                              (Maria Montessori)

Sus principios, en los que se apoya para llevar a cabo esta metodología y que cree que son fundamentales para la optimización del desarrollo intelectual del niño, se basan en la autonomía, la independencia, iniciativa, capacidad de elegir, el desarrollo de la voluntad y la autodisciplina. Montessori entiende la enseñanza como una oportunidad para ayudar al niño a alcanzar su potencial como ser humano.

En la actualidad, sobretodo en EEUU, existen cerca de cuatro mil colegios que se basan en este método educativo. En España son pocos los centros que implantan esta metodología, pero poco a poco esta iniciativa se presenta en progresivo crecimiento.

Y la pregunta es, si este método consigue resultados óptimos, (http://www.latercera.com/contenido/28_17790_9.shtml), utiliza una metodología que optimiza el desarrollo del niño, valora sus capacidades y lo considera un agente activo y con iniciativa para aprender ¿Por qué no se implanta esta modalidad en más centros educativos? ¿Porque seguimos anclados en un sistema de trasmisión de conocimientos donde la escuela se percibe como una organización donde se tiene que conseguir una nota adecuada para poder mantenerse en el sistema?.

¿Tan difícil es cambiar? ¿Que objetivos se pretenden conseguir siguiendo con un sistema educativo anclado en la revolución industrial? ¿Qué estamos haciendo?.
Son preguntas que me inquietan, que me hacen pensar a cerca de cómo será el futuro, si seguiremos en la misma sintonía o por fin seremos conscientes de que esto no va a ningún lado.



Libros y enlaces de interés:

o   Montessori, M.(1971) La mente absorbente del niño. Editorial Araluce: Barcelona.
o   Montessori, M.(1984) La descoberta de l’infant. Editorial Eumo: Vic (Barcelona).
o   Pág. Web:  http://www.montessori.edu